Reflexiones

Mi patria

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¡Qué suerte tengo de haber nacido en mi patria! Y que orgulloso estoy de lo que esto representa, tal grandeza no cabe en mi interior, ni hay dios que la contenga. Estoy enamorado de ella. Se puede decir que soy un verdadero patriota, de eso, no hay duda alguna. Pero… ¿Quién define el significado de patria? ¿Quién acota los límites de ésta? Y, sobre todo, y más importante, ¿quién es el amo de llaves?

Comencemos por el principio

En los albores de nuestra civilización, bueno no, todavía más atrás, cuando comenzamos a ser humanos como tal, sí, ahí es donde debería comenzar este relato, pero no quiero aburriros con tecnicismos. Es de sobra conocido que nuestra especie tomó forma, y comenzó su andadura por el planeta, en un gran continente llamado África. Desde donde unos cuantos exploradores se aventuraron hacia las distintas partes del mundo, “colonizándolo”. Aunque esa sería una expresión que inventariamos los españoles mucho después, adaptando el nombre de un portugués que “se topó” con nuestra gloria, el «descubrimiento» de las américas. Pero otros de nuestros antepasados llegaron mucho antes que nosotros, dando la vuelta al mundo, esos sí fueron grandes exploradores, generación tras generación…

Entonces, si mis antepasados se originaron en el mismo lugar que los de las demás razas, ¿por qué el racismo? Claro…, la incultura, eso será… Porque me niego a creer que nadie sea capaz de apoyar a quien deja morir a los niños en el mar. Eso sería un pensamiento, criminal, inhumano…, salvaje, sí, esa es la palabra, ¡salvaje! Muchos se equivocan al asegurar que los salvajes viven al otro lado del mar… porque los que sí hay allí, los fomentamos “nosotros”.

Bien, partiendo de la base de que todos somos originarios del mismo continente, y que fuimos expandiéndonos por el mundo hasta no hace tanto, ¿por qué luchamos hoy contra lo que nos ha hecho quienes somos? ¿Por qué promovemos el odio hacia nuestros semejantes? Porque sí, son nuestros semejantes. A la mayoría de las personas en occidente les preguntas por el ser humano, y lo primero que acude a la memoria es el Hombre de Vitrubio, es algo que tenemos tan arraigado, que nuestro cerebro lo automatiza. Pero, somos humanos desde poco después de ser algo más que orangutanes, si no me creéis, buscad la definición.

Otro mal concepto

Así que, ¿las mujeres no son humanos? ¿los negros no lo son? ¿los asiáticos? ¿Por qué nos empeñamos en encasillar un concepto cuya riqueza es tan grande que no la conoceríamos en toda una vida? Porque son conceptos definidos hace tanto tiempo, que se han instalado de forma sutil en nuestro cerebro. Recuerda: “Una mentira dicha mil veces se convierte en verdad” Joseph Goebbels, ministro de propaganda nazi.

Y estamos hablando de un concepto que se definió mucho antes, y que, por desgracia, se ha instalado en nuestra retina durante muchas más generaciones. Y no tenemos que olvidar que, ¡SOMOS UNA ESPECIE MIGRATORIA POR NATURALEZA! Lo hemos sido durante más de 150000 años. Y eso es lo que nos ha hecho llegar justo donde estamos ahora, no había fronteras por entonces, ni alambradas, ni muros.

Y retomando el tema principal, sí, soy un patriota, que por definición es aquel que se solidariza con su pueblo, y territorio (por ese orden). Quien defiende su patria por encima de todo, incluso de sí mismo. Pero, ¿quién dice cuál es mi patria? ¿Debo obedecer a un organismo que me han impuesto desde que nací, y desde mucho antes a mis antepasados…? ¿Y si quiero decidir yo cual es mi patria? Llegados a esa conclusión creo que sería lo más racional pensar que mi patria son todas las personas, ya que todas venimos del mismo sitio. Que gran ironía encierra el discurso del odio hacia el inmigrante que triunfa últimamente…

Riqueza ahogada

Somos originarios del mismo continente que pretendemos abandonar a su suerte. Ese mismo continente del que llevamos años aprovechándonos, exprimiendo sus recursos y a sus gentes. Desde el momento en el que lo “colonizaron”, hasta el día en el que “decidieron” regresar de allí, no sin antes dejarlo todo atado, y bien atado. De tal forma que hoy en día se siguen “provocando” guerras que interesan a grandes compañías de las grandes potencias, para quedarse en contrapartida con los recursos mineros.

Por poner un ejemplo nombraré el Congo, país que posee la mayor reserva de coltán en el mundo. El famoso mineral indispensable para nuestros smartphones y demás aparatos, para el que no se conoce sustituto. El suelo de esa región tiene una riqueza que podría impulsarlos a un nivel de vida excepcional, pero las compañías no son congoleñas, y si lo son, no lo son sus mayores accionistas. No voy a entretenerte con datos abrumadores, que tu mismo puedes buscar, pero te diré que este caso es un grano de arena en medio de un gran desierto.

Resumiendo todo lo que puedo te diré, que aquellos sobre los que cae el peso del odio, el que se extiende desde la cloaca que portan bajo la nariz muchos políticos, hasta los oídios de muchos mal informados. Aquellos pobres inocentes que gastan todo lo que tienen por un futuro mejor para sus hijos, que huyen de la muerte y la miseria que muchos de entre nuestras élites han provocado. Aquellos que no tienen la suerte de nacer en Europa, no tienen culpa de nada más que de nacer en el continente que nos dio la vida. El mismo que todavía hoy hace posible muchas de nuestras comodidades, contrapartida a tanto horror y muerte.

No nos afecta tanto como dicen

Con todo esto os diré que aquí podéis ver datos reales, resultado de una investigación donde participan analistas de decenas de nacionalidades. Los que muestran la realidad de la inmigración, ¡ha aumentado rápidamente en los países más pobres! Los mismos que la UE utiliza de escudo para que no lleguen aquí, rompiendo la “tabla” de los derechos humanos, ¡la que debería ser nuestra tabla de los mandamientos! Pues están en nuestra legislación, pero miramos hacia otro lado…

¡Dejemos de ser cómplices de asesinos!

No es la primera vez en la historia que el discurso del miedo cala en los pueblos, pero siempre sucede en épocas de recesión económica. Se aprovechan los tiempos en los que el pueblo teme perderlo todo, incluso su hogar. Pues las personas que viven con la soga al cuello, son las víctimas perfectas donde arañar votos. Calumnias vertidas por megafonía contra el “diferente”, mientras con la otra mano estiran de la misma soga que aprieta tu cuello.

Y por desgracia varias son las votaciones que han llevado a un criminal al poder, dando rienda suelta a su depravada imaginación, aprovechando los votos del miedo y la desesperación. Hay precedentes muy cercanos en el tiempo que invitan a reflexionar sobre lo que pensamos, y como actuamos. Sin ir más lejos, un miembro de la liga norte, partido extremista italiano, donde milita Mateo Salvini, disparó contra unos inmigrantes, y cuando lo detuvieron gritó ¡viva Italia! Mientras hacía el saludo fascista. ¡Dejemos de apoyar a la locura y el asesinato! Dejemos de fomentar la xenofobia, que no puede tener cabida en un mundo como el nuestro. ¡La diversidad es riqueza!

Y de ella venimos. ¿Acaso puede haber alguien tan ignorante como para creer en la pureza racial, después de milenios de mezclas entre nosotros?

Al otro lado del atlántico también lo sufren, en la gran nación de la libertad, la misma que fue fundada por inmigrantes. La misma que doblega al negociar, e intenta derrocar al que no lo hace, imponiendo sus ideales “colonialistas”, se permite criminalizar a las personas por el lugar en el que nacen. Discurso que otros han “copiado” en mi parte del mundo, donde he tenido la suerte de nacer…

Dejemos de condenar en repetidas ocasiones a las mismas personas, las mismas que no querrían salir de su lugar de origen, y que si lo hacen, es porque se ven obligadas. En muchas ocasiones, los culpables de semejante éxodo están más cerca de lo que nos pensamos, en muchas ocasiones no somos conscientes de lo que decimos. Repitiendo consignas xenófobas, sin razón ni fundamento. Pretendiendo ser el verdadero «macho» protector de la patria, sin tener una noción de lo que eso significa. Piensa antes de hablar… pues el primer síntoma del odio se muestra en forma oral, y el odio consume al conjunto de la sociedad.

Aquí una reflexión en forma de documental, muy recomendable. De la misma forma que todos los españoles no somos «etarras», no todos los árabes, o musulmanes son terroristas. Aunque esas minorías hagan mucho ruido, no dejemos que cieguen nuestro buen juicio. Os dejo una muestra en forma de trailer.

 

Y sí, soy un patriota, y mi patria es el mundo en el que vivo, pero, sobre todo, las personas que lo componen. Piensa por ti mismo, y que la bondad de tu corazón, apoyada por un raciocinio basado en datos reales, venza a ese odio que intenta colarse por tus oídos a través de lo que «vomitan» los miserables. Volquémonos en esa gran necesidad común de EDUCAR de verdad a las próximas generaciones.

Año nuevo, vida nueva, se suele decir. Pues bien, hagamos un esfuerzo por que ésta sea mejor, hagámonos mejores…

 

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2 thoughts on “Mi patria

    1. Gracias por tu apoyo, es mi intención desmontar falsos conceptos que nos afectan a tod@s. Pero solo se logra el cambio desde las pequeñas acciones de uno mismo.
      ¡Feliz 2019!

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