Imagina que eres un alma libre, en su forma más literal. Que dispones de total libertad para contemplar el mundo a tu antojo, desde cualquier perspectiva, desde cualquier lugar, y a través de los tiempos. ¿Te gustaría? A mí me encantaría. Sería la mejor forma de comprender el mundo y sus sociedades, la mejor forma de entender cada una de las decisiones que se tomaron para llegar al punto en el que nos encontramos. Sí, a mí me enloquece la idea, por eso escribo estas palabras hoy, por eso abro este debate sobre un concepto mal enfocado…
Ahora
La vida actual es un verdadero caos, mientras unos pocos viven por encima de sus “posibilidades”, y de las espaldas de la mayoría. Esa mayoría se ha fracturado en mil pedazos, llegando a límites inhumanos, en muchas ocasiones incluso a la muerte… Despreciándose a sí mismos, con ese regio desprecio hacia los demás, sin importar el “motivo” de ese odio, ese oscuro sentimiento que siempre se vuelve en contra del portador. Pero, para analizar esta cuestión te propondré un viaje, uno algo fantástico, aunque firmemente ligado a la realidad.
¿Me sigues?
Si el alma libre que serías viajara hasta los albores de las primeras civilizaciones, encontraría muchísimas diferencias entre ellas. Pero sería imposible que escapasen a la vista esos fuertes lazos comunes, eran unos pocos los que dirigían al resto. Sí, de la misma forma que sigue sucediendo ahora, eso no ha cambiado durante más de cinco mil años… Y en esos comienzos fueron muchos los intentos de establecer la equidad entre las personas, pero siempre eran aplastados por el poder. Quien se hacía servir de todo lo que tenía a su alcance, y todo estaba a su alcance…
Veloces fueron los tiranos apropiándose de lo más relevante, de lo más poderoso, el conocimiento era la base para “su futuro” ostentoso…
¿Mecenas…?
Y detrás de cada nuevo descubrimiento, detrás de ese descubridor, siempre había un “mecenas” que lo gastaba cual bastón, pues al final de la contienda, se quedaba con todo, el “ladrón”. Así fue durante muchos siglos, el poderoso, mediante el uso de su fuerza, se hacía con cada cabeza pensante, y con todo lo que éstas producían. Y no, no se permitía el acceso de cualquiera a ese conocimiento que se comenzó a archivar a través de otro gran invento, la escritura.
En nuestro vuelo por ese primer germen de las sociedades, contemplaríamos todo eso y más, mucho más… ¿Cómo se pudo marginar desde el principio a las mujeres? A, sí, claro, por la fuerza… Así lo contemplarías al pasar sobre cada vivienda, viendo como se las golpeaba hasta que obedecían, cual esclavas, OBLIGÁNDOLAS a ser “muy sutiles” si querían que su voz contase algo en la familia, porque su opinión no contaba para nada, y así fue hasta hace bien poco…
Hay quien dice hoy que son más listas que los hombres, y esa es la gran moraleja que deberían entender muchos de los que se creen “machos alfa”. No son más inteligentes, todas las personas somos iguales. Pero si analizamos el significado de listo (Que tiene facilidad para aprender y comprender y darse cuenta de las cosas), nos daremos cuenta de algo muy importante: Puede que sean más listas, sibilinas dirían algunos, porque se les obligó a serlo si querían ser escuchadas, si querían ser algo parecido a personas en muchas ocasiones…
Y, un apunte personal sobre esto: si quieres hacer prevalecer tu decisión, tus actos, tus ideas, nunca lo lograrás por la fuerza. Y es precisamente por la fuerza como se instauraron las bases de aquellas sociedades. De la misma forma que se doblegó al sexo “débil”, ese mismo que les dio la vida a tantos salvajes de la antigüedad. El mismo que lo sigue haciendo a día de hoy…
La obligación no es la forma ideal de encauzamiento, lo es la convicción, que no genera descontento… Pero de eso, también se dio cuenta “el poder”.
Un espejismo
Bien, si avanzáramos unos siglos en el tiempo podríamos contemplar el único islote de este mar tormentoso. Un lugar en el que las decisiones las tomaba el pueblo, donde los gobernantes eran poco más que servidores del estado. Y atentos, un lugar donde el conocimiento se compartía, era de dominio público. Una sociedad próspera y prometedora, la verdadera democracia, Atenas. Un verdadero oasis en este desierto de sociedades, casi un espejismo en la historia…
Pero, sigamos adelante, profundizare sobre esto en un futuro.
La pieza que faltaba
Corría aproximadamente el año 750 desde la fundación de Roma, cuando nació un muchacho, nadie sabe muy bien dónde ni cuándo. Éste, sin saberlo, lo cambiaría todo, y no precisamente para bien…
A partir de ese nuevo dogma, el adoctrinamiento se intensificó más y más, y el conocimiento fue cada vez menos accesible. Incluso la mujer vivió un retroceso en libertades. Su poder alcanzó tal nivel, que en la mayoría de reinos se fundió en una perfecta armonía con la corona, sin saber en muchas ocasiones quien era la voz cantante…
De entonces en adelante se hicieron los dueños del mundo conocido, llegando a prestar ayuda a sus “amigos”, o sus menos “enemigos”, en muchas ocasiones. Derrocando reinos y alzando nuevas coronas. En este viaje, estarías viendo un tiempo en el que, si querías estudiar, te debías a una orden religiosa. Quienes controlaban las mejores instituciones, haciendo del conocimiento algo divino, ligado por siempre a Dios. Convirtiéndolas en verdaderos palacios del conocimiento, donde no cualquiera podía entrar. Y por supuesto ninguna mujer, no fuera a ser que lo entendieran todo.
“Gracias a Dios que hoy no es así…”
¿Educación?
Ahora damos un gran salto en el tiempo, llegamos hasta la famosa revolución industrial, para contemplar el resurgir de Europa, con Inglaterra a la cabeza de esa innovación. Pero, de nuevo eran unos pocos los que se aprovechaban del conocimiento. De nuevo era la mayoría la que debía estar agradecida por el auge del trabajo. Por tener que abandonar sus casas, y emigrar a las ciudades, arrastrados por esa gran ola industrial. Agradecidos por “salir” de la miseria en la que estaban. En la que estaban, a causa de los mismos que ahora les “ofrecían” trabajo.
Ese fue un momento determinante para el concepto que aquí analizamos. Era necesario idear un sistema “educativo” acorde con la nueva revolución. Uno que formara a esa mayoría para lo más importante del momento, ser la mano de obra de tantas nuevas fábricas… Y sí, así nació el moderno sistema educativo, de la necesidad empresarial.
Por ese motivo el “aula piloto” que se ideó se distribuía en perfectas filas, bien organizadas y definidas. Y el profesor, voz irrefutable, ocupó una posición privilegiada en ese espacio, su puesto de “mando”. Desde donde dirigiría al alumnado. Encauzándolo para el fin que fue ideado este sistema de “educación industrial”, ser la perfecta mano de obra. Y así, el patriarcado ascendió posiciones en el “poder establecido”, dirigiendo las mentes de los jóvenes a su antojo, siempre en la dirección adecuada. El que no se adaptaba era “tonto” y no valía para estudiar, quedando relegado a las labores más físicas de esa gran factoría, en la que se convirtió nuestro mundo. Las labores más mortíferas.
¡El plan perfecto! Un golpe maestro. El definitivo. Gracias al cual, el “poder”, sería más poderoso que nunca… Y sí, así a sido durante estos últimos doscientos años.
Parece exagerado, pero es ése nuestro sistema educacional, ¡no ha cambiado nada! Nos siguen adoctrinando cual borregos, conducidos al matadero sin opciones, pero por nuestro propio pie, diríamos que incluso por nuestra voluntad, con auténtica convicción.
¡Así de bueno fue ese plan perfecto!
¿Nuevos tiempos?
Pero algo ha sucedido en los tiempos que nos toca vivir, algo en las mentes de los jóvenes está despertando. Y la consecuencia de este inconformismo, sumado al hecho irrefutable de pertenecer a la generación más informada de la historia, ha detonado un cambio. Una luz en este mar oscuro.
Es evidente que nada es igual que hace doscientos años, ni siquiera los procesos de debate, o la búsqueda de información. Ésta, está de manera literal, al alcance de la mano.
Entonces, ¿por qué la educación es exactamente igual? Porque, ¡no es educación!
Es adoctrinamiento
Soy “el poder” —Te digo lo que tienes que pensar y lo que no, lo que es aceptable y lo que no, en esta sociedad. Sociedad que yo he diseñado a mi conveniencia desde el principio de los tiempos. Yo, que, aunque he tenido muchos nombres, y me han presentado desde diferentes puntos de vista, siempre he sido el mismo.
—Te advierto de las consecuencias de no obedecer desde bien pequeño. Castigando comportamientos que serían premiados por auténticos docentes… Para que no te conviertas en una oveja descarriada. Y llegado el caso, la misma sociedad, que está bien adoctrinada, te apartará, te marginará. Pues tus propios progenitores fueron adoctrinados en su momento.
—Pero si después de todo esto, todavía queda algo de rebeldía en tu interior, te tomaré preso si es necesario. Haré todo lo que esté en mi mano para lograr mi objetivo, que nunca ha cambiado, dominar, vivir a costa de los demás. Y recuerda, ¡todo está a mi alcance!
—Sí, a todo que sí. Pero no, no todo está a tu alcance… Las matemáticas no te apoyan, y hay un dicho que dice que, las matemáticas no fallan. Recuerda, somos más, muchos más… Y pese a quien le pese, estamos despertando.
Pregúntate: Si de entre todo esto surgieron mentes tan brillantes como la de Da Vinci, o Einstein. ¿De qué seríamos capaces dotados de libertad?
Oasis
Hay un oasis en medio de esta estepa árida, un lugar donde el profesor no es el que ordena. Donde se premia la creatividad, y la colaboración, no la competición. Y casualmente es el lugar de procedencia de los profesionales mejor cualificados a nivel mundial…
El mismo lugar que ha acabado con la corrupción, ya que una persona que se educa y se socializa desde joven, es mucho más difícil de corromper. Un lugar donde la vida no es perfecta, y tienen mucho que mejorar todavía, pero por fin han encontrado el camino. Ese lugar es Finlandia, donde no existe el concepto de “mejor escuela”, ya que todas son iguales. Se prohibió el cobro de matricula de ningún tipo, y las privadas desaparecieron en casi su totalidad. Ese país donde el pobre estudia codo con codo con el rico, y no existen diferencias, llegando ha generar una real cohesión social desde sus raíces. Ya que, sumando todos sus métodos, y los factores que estos abarcan, el tejido social es uno, reemplazando la competitividad individual, por la colaboración en la búsqueda de soluciones.
Y sí, no será perfecto del todo, pero es el más perfecto que se conoce. Literalmente han comenzado de cero, lo han reinventado todo desde los cimientos. Horarios mucho más cortos, trabajo extra-escolar casi inexistente, (no te lleva más de quince minutos). Y un firme compromiso por la creatividad, dándole la misma importancia a las artes que a las ciencias, PORQUE LA TIENEN.
No estoy de acuerdo con que el secreto sea exclusivamente la inexistencia del trabajo extra-escolar, más bien es el conjunto de medidas lo que les ha dado este impulso. Pero aquí una entrevista de Michael Moore con la ministra de educación de hace unos años, donde nos aclara algo más sobre este asunto…
Hay estudios que demuestran la facilidad innata (talento) para las matemáticas que tienen muchos, y que otros la tienen para la poesía. Y los dos son igualmente importantes, porque, ¿Qué sería el mundo sin música, sin canciones, sin poemas, sin obras literarias que representar, sobre un escenario o en la gran pantalla? De la misma forma que no seriamos lo que somos sin los grandes científicos de nuestra historia. ¡Lástima que el conocimiento no sea de dominio público! Esa es otra batalla por la que luchar.
Acabando nuestro viaje
Pues bien, habiendo terminado nuestro vuelo en el frío del presente, y tras nuestra experiencia viajera a través de los tiempos. Experiencia que os invito a profundizar, pues hoy en día abunda la información. Solo hay que saber distinguir entre la “paja”.
Algo es seguro, no se puede llamar educación hasta que no la volvamos a construir, desde cero. Existen infinidad de métodos alternativos, con diferencias entre todos ellos, pero todos buscan algo en común, EDUCAR. Todos ellos son bienvenidos, siempre que el acceso sea gratuito, claro…
Por eso se siguen haciendo estudios al respecto, y por eso deberíamos convertirlo en la GRAN PRIORIDAD, ¡porque lo es!
Aquí un paréntesis personal:
(Aprovechémonos de la tecnología, medio práctico de información, e innovación. Pero no dejemos que sea otra potente forma de adoctrinamiento, ¡toma tú el control!) Lo más importante es tu capacidad creativa, tu propio pensamiento. No lo olvides nunca. No seas otro zombi que camina tras una pantalla. Aprovecha esa pantalla para agrandar tu libertad, ¡no seas preso de ella!
¿Otra revolución, o cuestión de estado?
Hay quienes afirman, que de la mano de esta cuarta revolución industrial que estamos viviendo, debe caminar un nuevo sistema educativo. Yo les digo que sí. Pero, si asocian de nuevo este concepto a las modernas necesidades empresariales de hoy, no dejará de ser adoctrinamiento. La verdadera educación no puede ir nunca de la mano del interés capital.
¿Por qué no se promueve la cooperación en lugar de la competición? ¿A quienes les interesa dividir a la población desde que comienzan a caminar? ¿Qué miedo causa la cooperación? Sin que importe el color o la nacionalidad, el sexo o la inclinación sexual, la procedencia o el “estatus social…” Cuanto miedo causa en aquellos que dejarían de gobernar…
En mi país no es una cuestión de estado, y a cada cambio político, cambia el entramado educacional. Digo el entramado, porque evidentemente, el sistema es el mismo que hace doscientos años.
¿Cuánto mal se evitaría? ¿Cuánto machismo quedaría enterrado? La discriminación sería repudiada ¿Cuánta corrupción se condenaría? ¿Cuál es el nivel de justicia social que nos perdemos?
Podríamos, incluso cambiar el mundo… Y eso es lo que más miedo les genera, realmente les aterroriza…
Por eso hay que luchar creando consciencia, porque éste es un concepto que, si se enfocara de forma correcta, lo cambiaría todo.¡Absolutamente todo!
Puede ser nuestro punto de inflexión…
¡Por un futuro mejor! ¡Porque nuestros hijos sean educados de verdad! Sin este estrés innecesario y dañino, en el que nos vemos envueltos a diario.
Y, por el momento, hay mucho trabajo que hacer en casa. Yo, ¡ya me he comprometido!
No te olvides de suscribirte y, ¡gracias por tu apoyo! Cada pequeño paso cuenta.
Muy interesante
Gracias, Héctor.
Tenemos 70 años, y tengo una preparación profesional en aulas gubernamentales, y solo conocí a un profesor de calidad internacional, los demas son pocos de manera aceptable y el grueso estan para llorar de tristeza, y después mi hijo paso por el mismo proceso, y no conocí a ningún profesor que inspirara confianza en su preparacion, esto en México, lo ideal es que algún día lleguemos a que los jóvenes se les ENSEÑE A PENSAR, Y NO LO QUE TIENEN QUE PENSAR.
Ese debe ser el horizonte.
Enseñar a pensar,
dar la libertad de pensar.
Formar en la libertad es apostar por un mejor resultado, tanto individual como colectivo.
Me gustó la información.
Muchas gracias, Andrea.
Me sumo a este compromiso
Y yo que me alegro, Raúl. Ánimo!
Este es uno de nuestros mayores retos.
Así lo creo, David, y así procedo.